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Ayer vi la película “Volver” de Pedro Almodóvar. Mi análisis de la película es mezclado. Como todas las películas de Almodóvar, esta se centra en un estado mental, en un cuento mental, en un guion que se cuenta rápido, no en una superproducción.
El fondo de la historia es eficaz, pero el trabajo actoral siempre queda un poco corto aunque los diálogos son siempre extraños, y aun así eficaces para contar la trama. Creo que así es el estilo de Almodóvar. Busca escenificar un ambiente de las películas españolas de antaño, esas de la época franquista. Diálogos rápidos y sin espacio a melodrama hollywoodense.
Lo eficaz de Almodóvar son las pinceladas de realismo costumbrista y su entretejido de fondo, que es casi siempre un hilado de historias ligadas a la mujer hispana e hispanoamericana.
El drama en sí es de relaciones y secretismo, siempre presente en Almodóvar. Una supuesta historia acerca del luto pasa a ser historia de fantasmas, pasa a ser de crimen, pasa a ser casi road movie. Al final son las relaciones de 3 generaciones de mujeres que se entretejen de una manera impresionante frente a la masculinidad ambivalente de la época, posiblemente el fin de la era del dictador Franco.
En momentos distintos de la trama, la abuela y la nieta, siendo llevadas por la locura de los celos en un caso, y por el miedo de la violación en el otro, asesinan a hombres de sus vidas. Ambas situaciones convergen en Raimunda, hija y madre a la vez, quien intenta salvar a su hija escondiendo el cuerpo de su ex pareja, y quien a la vez desconoce el real trasfondo de la muerte de su padre.
Al final entendemos un diálogo cómplice de mujeres que termina con una tiranía de ambivalencia interior y salva de una desgracia peor: el enjuiciamiento de la hija de Raimunda.
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