Escorpio podría ser el signo más ecléctico al lado de Acuario, pero sobre todo se le conoce por ser el más obscuro. Es el signo de la caída y de la elevación. De la sexualidad y la redención. Del dolor y/o el éxtasis, de la pasión. Del final, la muerte, la destrucción y el nuevo inicio. Del veneno y la medicina, de la ciencia y la exploración. De lo extraño y lo curioso. De lo nocturno, preocupante y aterrador. De la transformación del individuo y los ritos de paso. Del más allá, del antes y después. Del pasar del tiempo y evolucionar o morir. De la traición y la venganza. Del karma o darma y la justicia divina. De las pruebas de honor y de lo prohibido. De la herencia del pasado, los fallecidos, y la preparación para el futuro.

Todos tenemos al signo Escorpio en nuestra vida, tanto como una constelación con planetas en la carta natal, así como un momento psíquico de desarrollo en la biografía personal. A veces somos nosotros mismos, a veces es alguien más, que nos hace ver las faltas, los lados oscuros, nuestros deseos y afectos más extremos.

En los símbolos animales se lo asocia con la serpiente, la mariposa y la araña y su telaraña, el águila y las criaturas submarinas, como el pulpo, la estrella de mar, etc.

Una simbología muchas veces olvidada del Escorpio es el símbolo del Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento, que cae en un segundo plano dentro del mito bíblico de Adán, Eva y la Serpiente (libro de Génesis). De este último no hablaré mucho aquí.

Pues este mito del Árbol de la Vida y del Árbol del Conocimiento, termina siendo un símbolo también de la muerte y de la vida, de la caída (la cual nos puede traer dolor pero también conocimiento) y del rescate o redención (la vida y la sabiduría). Es evidente que tiene que estar en el poder del individuo la oportunidad de distinguir entre ambos caminos y de poder elegir. Aunque llegan a veces momentos en la vida de algunos en el que ya no se puede elegir y que el castigo, muerte o el sufrimiento llega, entonces Escorpio se transforma en otro mito bíblico asociado: el del Gran Diluvio. Este sería el mito de un cataclismo mundial que traería una limpieza por las aguas (al signo de Escorpio se le llama signo de las aguas profundas) y también un nuevo comienzo.

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